Reseña. Por: Mondragón Luna Ilse Ximena
Una lectura que demuestra la evolución de la
medicina a lo largo del tiempo.
El libro titulado “De la magia primitiva a la medicina moderna” es
presentado con cubiertas blandas, en las cuales se especifican el título, el
autor, la editorial, y se da una breve descripción sobre el libro,
respectivamente; también cuenta con doscientas veintiuna hojas, en ellas se
presenta información de todo tipo. Posteriormente explicaré brevemente el
contenido de las mismas…
En la primera hoja nos hablan acerca del Fondo de Cultura Económica, al
leer esto nos damos cuenta que es en 1984 cuando este grupo, concibe el
proyecto editorial de La ciencia desde México. Los primeros títulos aparecieron
en 1986. Es así como con el desarrollo de esta colección, estableció dos
certámenes: el concurso de lectoescritura Leamos La Ciencia para Todos, y el
Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo.
En las siguientes hojas se presentan datos del libro, la dedicatoria del
mismo, los agradecimientos, el prólogo y la introducción, es así como se llega
a un separador donde se marca el comienzo de la de la lectura del contenido
diciéndonos que iniciamos con la Parte primera, la cual se titula “La medicina
precientífica”.
Cabe recalcar que este libro se divide a su vez en siete capítulos, los
cuales están distribuidos a lo largo de las tres partes que se presentan, dicho
esto prosigo diciendo, que en la página diecisiete se inicia dándonos el título
del primer capítulo “La medicina de los pueblos primitivos”, a partir de aquí y
llegando a la página veinte se nos da información general acerca de qué es a lo
que nosotros llamamos medicina, además nos da características comunes que
existen en la misma, de numerosos grupos primitivos de distintas partes del
mundo.
En las páginas veintitrés, veinticuatro y parte de la veinticinco nos
relatan la historia de la medicina egipcia, aquí nos resaltan que prevalecía la
medicina mágico-religiosa, la cual está ligada a las deidades que esa
civilización tenía y por lo tanto los sacerdotes eran los médicos. En Egipto la
medicina se relaciona al nombre de Imhotep, visir del rey Zoser (III Dinastía,
ca. 2980 a.C.) ya que era sacerdote y médico además de ser arquitecto,
astrónomo, y mago. Después, al seguir leyendo nos encontramos los relatos de la
Medicina Mesoamericana Precolombina, y la Eficiencia de la Medicina Primitiva,
abarcando así, de la página veinticinco a la veintinueve. En este primer
capítulo se dan datos bastante interesantes, los cuales te atrapan y hacen que
quieras seguir con la lectura, ya que revelan algunos secretos del tema central
de este libro, e incluso mencionan algunos tratamientos que eran recomendados
en aquellas épocas para la recuperación de las personas.
A partir de la página treinta, hasta llegar a la treinta y ocho; nos
encontramos en el segundo capítulo, el cual tiene el título “La Medicina en
Grecia (siglos IX a I a.C.)”, a lo largo de esta lectura en este mismo,
hallamos distintos datos o historias, los cuales se dividen en los siguientes
subtítulos: La Medicina en la Grecia Antigua, La Medicina en la Grecia Clásica,
e Hipócrates. En este último apartado nos dan datos sumamente interesantes, de
los cuales me gustaría resaltar el siguiente: “Tradicionalmente se considera a
Hipócrates de Cos el “padre de la medicina” y se le atribuye la autoría del
llamado Juramento hipocrático, de un popular libro de Aforismas, de cierto
número de los textos que forman Corpus Hipocraticum, así como el hecho de
insistir en la observación como base de la práctica clínica, o sea el método
hipocrático.” (pág. 36-37). Así que este dato me lleva a creer que Hipócrates
fue una parte esencial en la evolución de la medicina. Además de esta
información, nos hacen hincapié en que la escuela hipocrática fue de gran
importancia en la Medicina en la Grecia Clásica; y en la Grecia Antigua podemos
ver que no era diferente a la medicina primitiva, la cual se describe en
páginas anteriores.
A partir de la página treinta y nueve se da inicio al tercer capítulo que
se titula “La Medicina en el Imperio romano (siglos III a.C. a VI d.C.)”. En
este se abordan distintos temas, los cuales llevan los siguientes títulos:
Herófilo y Erasístrato, Roma, Celso, La medicina Romana, y Galeno.
De todos estos temas abordados, mi favorito fue sin duda el de Celso, ya
que da datos sumamente interesantes.
Posteriormente, al llegar a la página cincuenta y uno se termina el tercer
capítulo, para dar inicio al cuarto, el cual aborda temas de gran importancia
que son enriquecedores para el conocimiento acerca de la medicina. En este se
habla acerca de: La Medicina Religiosa Cristiana, La Medicina en el Imperio
Bizantino, La Medicina Árabe, La Medicina Monástica, Salerno, La Práctica de la
Medicina, y por último se toca el tema del Preludio del Renacimiento. En este
capítulo cuando se toca el tema de “La Medicina en el Imperio Bizantino” se
hace una recapitulación de lo que se leyó anteriormente, la cual dice lo
siguiente: “De esta manera la medicina, tras haber sido primero mágica, después
religiosa y al mismo tiempo empírica, de haberse transformado posteriormente en
una práctica racional durante la etapa más brillante de la Grecia clásica, de
hacerse objetiva y experimental en Alejandría y de haber regulado la higiene
ambiental en Roma, volvió a hacerse religiosa en la decadencia del Imperio
romano y a quedar dominada por la Iglesia católica en el Imperio Bizantino”
(pág. 56). Aquí recalcan los datos más relevantes que ya fueron explicados y me
parece de suma importancia volver a leerlo y comprenderlo en su totalidad, ya
que posterior a eso se da múltiple información relacionada con todo.
Es así como después de abordar los temas mencionados, los cuales concluyen
en la página setenta y tres, se llega a la segunda parte del libro, la cual se
titula “La Gran Transformación” y está presente a partir de la página setenta y
siete; esta segunda parte abarca el capítulo cinco y seis.
El capítulo cinco es titulado, “La Medicina en el Renacimiento siglos XV a
XVII)”, los subtemas que existen en el mismo son: La Revolución Anatómica, La
Revolución Quirúrgica, La Teoría del Contacto, La Revolución Filosófica, La
Revolución Microscópica, La Revolución en la Patología, y La Revolución
Clínica. Cabe recalcar que en el mismo me pareció que el tema más interesante
fue el de “La Revolución Quirúrgica”, ya que nos comparten que gracias al
impulso que recibió el estudio de la anatomía se rebasaron los límites de esa
ciencia e influyó de manera positiva en el desarrollo de otras ramas de la
medicina, como la cirugía. Toda la información dada en este capítulo concluye
en la página ciento diez, para dar comienzo en la página ciento once al
capítulo seis.
Este capítulo es nombrado “La Medicina en la Edad Barroca (siglos XVII a
XIX)”, aquí se abordan los siguientes temas: La Iatroquímica, La Iatromecánica,
Animismo o Vitalismo, Irritabilidad, Solidismo, Brownismo y Mesmerism, La Nosología,
La Anatomía Patológica, La Percusión, La Vacuna Contra la Viruela, El
Descubrimiento del O2, Los Grandes
Hospitales, y L´École de Paris. Con todos estos temas que se abordan a
profundidad y en los cuales nos brindan datos interesantes concluimos este
capítulo en la página ciento sesenta y cinco.
Es así como comienza la parte tercera de este libro, la cual se titula “La
Medicina Científica” y a partir de la página ciento sesenta y nueve se empieza
a hablar del último capítulo, el número siete, titulado “La Medicina Moderna
(siglos XIX y XX), en el mismo se tocan distintos subtemas: La Teoría de la
Patología Celular, La Teoría Microbiana de la Enfermedad, Los Antibióticos, La
Inmunología, La Anestesia, Los Rayos X y la Endoscopía, La Endocrinología, Las
Vitaminas, La Epidemiología, El Laboratorio Clínico, La Genética y la Biología
Molecular. Cada uno de los temas abordados fueron sumamente enriquecedores, ya
que comparten información de gran importancia, y que aún contribuyen en la
actualidad para seguir avanzando en esta ciencia tan substancial para nosotros.
Y es así que se concluye con el capítulo en la página doscientos diez.
Posterior a esto, en el Apéndice está plasmado “El Juramento Hipocrático”
abarcando desde la página doscientos diez, hasta la doscientos catorce.
A partir de la página doscientos quince, hasta la doscientos dieciocho, se
presentan las Lecturas Generales.
En las páginas doscientos diecinueve, doscientos veinte, y doscientos
veintiuno se puede observar el índice donde se indica el contenido del libro y
las secciones en que está dividido.
Al concluir la lectura de este libro, pude darme cuenta de la belleza que
existe en la medicina, y pude crear un juicio propio acerca de lo que significa
esta ciencia en mi vida. Es de suma importancia que, si leerás un libro como
este, te tomes el tiempo necesario para hacerlo, ya que debes analizarlo con
detenimiento y a profundidad por todos los datos que te proporciona.
De igual manera, es recomendable que si encuentras palabras que no entiendes,
busques su significado en el momento para que tu lectura pueda ser aún más
amena y puedas entender con mayor claridad todo el texto.
Al leer este libro me di cuenta que más allá de ser una ciencia, al inicio
de todo, se comenzó con tan solo creencias en deidades y sacerdotes como
médicos, y de esta manera con el paso del tiempo, la experiencia, el
conocimiento de filósofos o médicos y los múltiples estudios, junto con avances
tecnológicos, lograron formar lo que hoy conocemos como medicina, y que a lo largo
de los años seguirá evolucionando para cada vez ofrecernos más mejoras en
nuestra salud.
Este libro lo recomiendo para aquellas personas que a pesar del momento en
el que vivimos siguen creyendo que la medicina no es tan complicada como
parece, para personas que están indecisas en si la medicina es una buena
elección por tomar al decidir una carrera, para personas con curiosidad y ganas
de aprender aún más.
Es una lectura que te ofrece sin duda alguna, una experiencia satisfactoria
al terminarla, ya que cada dato que te da es interesante e importante, y sin
duda alguna sería bueno que todos los conociéramos.
Por: Mondragón Luna Ilse Ximena
Pérez Tamayo Ruy, “De la magia primitiva a la
medicina moderna, FCE, SEP, Conacyt. México, 2003, 221 pp.
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