Reseña. Por: García Miralrío Ariadna Lizeth.

El mundo de los microbios

                                                                                                 Por Garcia Miralrio Ariadna Lizeth

¿Alguna vez has oído hablar de los microbios? Seguramente ha escuchado esta palabra en algún lugar, detenerse a analizarla es una cuestión compleja, por lo que los invito a realizar la siguiente pregunta ¿Qué sabemos de los microrganismos? La respuesta más simple, es que son pequeños, pero no solo son de un tamaño diminuto, el autor cita en el año de 1996  lo siguiente: “el mundo microscópico es tan basto como el universo infinito”.

Tal vez nos resulta gracioso e increíble pensar  que  el universo infinito  puede compararse con un simple ser que no es visto por el ojo humano, en efecto si por un momento nos detuviéramos a reflexionar sobre estos micro especímenes esto conllevaría un esfuerzo mayor. ¿Has observado la arena del mar?, esta podría ser la primera referencia para conocer lo complejo y maravilloso de los microrganismos, si tomaras un puñado de tierra este contendría tantos microorganismos como humanos en el planeta. ¿Siguen pareciendo simples y pequeños los microbios?

Durante décadas se ha optado por el estudio de los seres diminutos, aquellos que solo pueden ser apreciados a través de la lente de un microscopio, fue el científico inglés Robert Hook, quien por primera vez en la historia observó con ayuda de un rudimental aparato las células del corcho, convirtiéndose en uno de los mayores hallazgos para la microbiología y las ramas de estudio de esta ciencia, demostrando la existencia de otras formas de vida en nuestro planeta.

Posteriormente una de las primeras hipótesis que dio a conocer la posible existencia de una especie diferente a las ya conocidas fue la teoría de la generación espontánea, la cual enmarcaba la posible existencia de una especie aun no conocida por el hombre, seres existentes en cada rincón de la tierra sin ser descubiertos, sin ser conocidos, sin ser destruidos o invadidos por el ser humano.

Gorges Dreyfus nos lleva a conocer este basto universo de micro especímenes en una de sus obras más reconocidas “El mundo de los microrganismos”, que fue publicado en el año de 1987, dando así un gran paso para que el ser humano se adentre más en el mundo científico , tal y como era de esperarse la obra fue un rotundo éxito.

Dreyfus centra su obra en las acciones que realizan los microrganismos, ya que cientos e inclusive miles de personas no tienen la mínima o más remota  idea de las funciones que desempeñan estos seres y todo lo que desencadenan con su existencia.

Durante años el hombre por si solo se ha declarado y considerado como la raza dominante del planeta, si tan solo los microorganismos comprendieran estas referencias, no tendrían nada más que ofrecer al ser supremo, una bien merecida carcajada, desde la perspectiva microbiológica el ser humano sería tan pequeño como una bacteria, aunque estos seres diminutos siempre han pasado desapercibidos, se encuentran en cada espacio que pudieras imaginar inclusive en los que no, por años ellos han dominado el mundo.

El hombre encerrado en su grandeza no es capaz de ver, que, en cada rincón del planeta hay cientos, miles y millones de seres pequeñitos causantes de grandes maravillas y desastres a la vez, si emprendieras una búsqueda para conocer a los microorganismos pobladores de todo el mundo, tendrías que ir  directo a la cocina de tu casa, ahí encontrarías tantos como estrellas en el cielo, o bien podrías acudir a cualquier nicho biológico del planeta, por que inclusive ellos se encuentran dentro de ti.

Los microorganismos son demasiado poderosos, al igual que todos los seres vivos evolucionan y se adaptan al entorno en el que se desarrollan, sin embargo lo que diferencia a estos pequeñines de las especies que ya conoces, es la exposición radical que experimentan para sobrevivir y desempeñar sus funciones vitales, estos pueden soportar temperaturas menores a los cero grados, y mayores a lo que una persona o animal en su defecto podrían soportar, tienen una resistencia extrema a las grandes concentraciones de sal; en medios muy ácidos o alcalinos.

Dentro de las diversas funciones que desempeñan los microbios, ellos proveen de alguna forma el alimento que el ser humano y el resto de las especies requieren para sobrevivir, así mismo transforman la materia para reciclar los elementos que la conforman convirtiéndose así en los principales responsables de la vida en la Tierra. Pero sus funciones no siempre han dejado el bien y la prosperidad en nuestro mundo, estos especímenes han sido los causantes de las peores plagas a las que el ser humano ha hecho frente, que el diminuto tamaño no los engañe los microbios han ocasionado grandes pestes y por ende la muerte de millones de personas y animales a lo largo de la historia y hasta el momento actual. 

Desde otra perspectiva estos pequeñines han contribuido indefectiblemente en la conformación de la biotecnología como lo mencióna Dreyfus en su obra “La energía y la vida bioenergética” , ya que, gracias a la labor de más de 200 hombres y mujeres han sido el principal ingrediente para las taza de vida del ser humano, es decir, a base de ellos se han generado antibióticos y un sin fin de medicamentos para contrarrestar las diversas enfermedades a las que se encuentran expuestos los seres vivos.

¿Quién es el ser supremo ahora?

Si estás pensando en la misma respuesta que construí después de leer esta magnífica obra, acertarás, de lo contrario, te hará falta revisar los escritos de Georges Dreyfus, puesto que, en cada una de las páginas el autor dedicó sus  diversos estudios e investigaciones para dar a conocer a cada una de los habitantes del planeta Tierra, lo maravilloso del mundo microscópico.

En esta misma dirección, en la obra literaria “El mundo de los microbios” en cada uno de los párrafos que conforman esta fascinante narración se encuentra la historia y evolución de los microorganismos, desde los primeros abanderados que hicieron posibles las investigaciones del mundo microscópico, hasta la ciencia moderna a través de la cual se han incorporado un sin  fin de avances tecnológicos y biológicos a nuestro tejido social. Transformando radicalmente su estructura y las concepciones que se tenían respecto a otras formas de vida en el universo, especies  tan antiguas como la teoría del BIG BANG.

Desde tiempos inmemorables, el hombre se ha preguntado si está solo en el basto universo, si existen otras formas de vida, a lo largo de la historia ha invertido tiempo y dinero en diversas investigaciones para demostrar la existencia de seres desconocidos ante el ojo humano, ha enviado cientos de cohetes que terminan en rotundo fracaso mostrando la cara de los planetas y la soledad que hay en las galaxias.

Y bien, el dicho cita “es más sencillo complicarlo todo” y  el ser humano  se convierte en un experto para hacer honor a este tradicional chascarrillo, ya que, para conocer y demostrar la existencia de otras formas de vida desconocidas para el ojo humano solo tendría que detenerse a observar bajo la lente de un microscopio la palma de su mano, y en ese punto descubriría tantos especímenes que le resultaría complicado contar cada uno de ellos.

A pesar de lo inigualable y fascinante que es el mundo microscópico no sería posible que lo conociéramos sin las investigaciones y aportaciones que cientos de autores y científicos nos han ofrecido, gracias a su arduo labor por concientizar al ser humano sobre la existencia de especímenes tan pequeños que podrían salvar millones de vidas y al mismo tiempo ser la perdición de una Nación.

Georges Dreyfus nos ofrece un nuevo mundo, un universo infinito y desconocido para la mayoría de las personas, que hasta el momento sigue sorprendiendo con los descubrimientos que desprende la microbiología, desde el hallazgo de los primeros organismos unicelulares vistos a través de la lente de un rudimentario equipo, que hoy en día seria completamente obsoleto, hasta el descubrimiento de vacunas que salvarán millones de vidas y aportar las herramientas para seguir innovando en el campo científico. Esto es lo que lo hace tan atrayente sin contar la portada que sin duda alguna atrapa tu atención por el contraste de colores e imágenes desconocidas.

El autor a través de su obra nos ofrece un amplio panorama histórico y contextual sobre cada uno de los pasos que siguió la evolución de la microbiología, con un léxico sencillo atrapa a lector y lo inspira a seguir descubriendo más sobre estos seres maravillosos.